lunes, noviembre 20, 2006

Era

Perdida en medio de la nada y del todo, sin saber a dónde ir, sonámbula diurna, vagabunda indecisa por subir a lo más alto de la torre o seguir la infinita línea. Esperar ¿a quién? No lo sabía, sus pasos la llevaron a ese lugar, sabía que era necesario estar allí por una cita acordada semanas atrás, antes de que el accidente detuviera sus recuerdos y los encerrara en un baúl cuya llave sólo el tiempo poseía. Sola no se sentía, aunque a nadie le importara si llevaba allí dos, tres o cinco horas. Esperaba pacientemente, curioseando por las sombras que desfilaban a su alrededor, con la esperanza de ser reconocida, sin importarle el cúmulo de minutos o segundos que aburridos se extinguían, después de haberles perdido la cuenta.

La torre testigo de su locura se burlaba de su candor, alardeaba sin cesar, hiriéndola sin piedad con el reflejo del sol sobre los cristales, sin preocuparse de los seres que sin avisarle o pedirle permiso entraban a llevarse un trozo de sus entrañas, irónicamente iba devastándose poco a poco.

Un último resplandor de la moribunda tarde le sacudió la mente, al final del día supo quien era y que estaba haciendo allí. Esbozó una sonrisa, volvió la mirada a la insolente torre y le espetó: sólo una de nosotras verá el día de mañana y esa no serás tú.

Pero el destino le concedió sólo una de las partes de su audaz revelación.

Beatrice

http://suenos-del-alma.blogspot.com/

5 comentarios:

Beatrice dijo...

Gracias por el comentario, la explicación de porqué o para qué destruir la torre no se me hizo importante, pues para mi era más importante el final, aunque realmente sólo le dediqué una línea tratando de dejarla a la imaginación del lector.

Cazador de Tatuajes dijo...

Un poco forzada la redacción, mas bien, muy barroca y cargada. pero el resultado no está mal.

Anónimo dijo...

Lo leí una vez y no entendí. Lo leí otra vez y ya le entendí más. Creo que pones demasiados adjetivos. En general está bien, me gustó el final.

Anónimo dijo...

Me gustó, aunque usas muchos adjetivos para comenzar el cuento, la idea de una protagonista viviendo entre el limbo y la realidad está bien explotada.
Me gustaría saber como fue el accidente del que se habla y que la dejó turulata forever.
Lo que nunca vi, fue que la loca quisiera darle en la torre a la idem, sino que era una desquiciada más, testigo de la iban desmantelando poco a poco.

La última línea es cruda y tajante y creo que hasta allí llegó la pobre chica.
Pa' mi que a la cuata le habían dado poco tiempo de vida a causa del accidente y ella sin recordarlo esperaba a la parca con el estoque desenvainado.


¡Venga esa dulce vendetta siciliana en el texto "Yanumiro Matsumoto"!

Luis dijo...

No me gusto, demasiado rebuscado. Me parece mas un malabarismo con adjetivos que una historia coherente o legible.

Eso sin contar que el nexo con la foto es forzadisimo y fallido.