lunes, noviembre 20, 2006

Ejercicio 3 Finalizado.

De nueva cuenta, se agradece su interés y su participación.

No olviden comentar en el mayor número de metatextos posibles (de preferencia en todos).

Dentro de unos días se publicará el siguiente ejercicio.
La amenaza


Dos siluetas patrullaban sobre la amplia avenida. Una de ellas, que portaba un uniforme de mayor rango, señalo algo hacia el fondo de la calzada.



— ¿Sabes porque nunca terminaron ese edificio?

—No, ni siquiera se para que era.

—Estaba destinado a albergar al Proyecto Mundial para el Contacto Extraterrestre. El arquitecto tenía un extraño sentido del humor. Solía decir que si el proyecto debía tener una dirección, esta seria indudablemente hacia arriba. Y diseño el edificio de manera que a nadie se le olvidara.

—No se mucho al respecto, los archivos históricos no están dentro de mis prioridades.

—La cosa fue algo así: después de cientos de años de luchas intestinas entre naciones, se recibió una señal de origen inconfundiblemente extraterrestre. Por fin, ante una amenaza común —así lo consideraron en ese momento—, se unieron en un solo organismo, cuyo fin era desarrollar una estrategia para el momento crucial en que se diera el contacto.

— ¿Como podían considerar una amenaza algo que ni siquiera conocían?

—Bueno, así eran las cosas en esa época. De todos modos, debajo de toda esa apariencia unificada, los odios e intrigas entre las naciones seguían sus propios causes. Como era de esperarse, lograron avanzar muy poco. De hecho nunca alcanzaron a terminar el edificio.

— ¿Por que?

—Porque llegamos antes de lo que esperaban.

—Supongo que tenían razón al considerarnos una amenaza.



El alienígena de mayor rango no respondió.



Huevo

http://elhuevo.blogspot.com
Fue en ese lugar exacto donde hace diez años re-enterré una caja con lo que pensaba que estaría en "mi futuro". Entre lo que recuerdo están: un billete a Indonesia con vigencia de un año, un vestido rosa con flores y olanes, un muñeco de tela roto a mordidas, la botella mal añejada de un "Grand Vin de Bordeaux", el libro en el que te encontré, la letra de una canción que apenas y recuerdo, una foto rota, un poema subrayado y la pijama que aquel invierno usé. ¿Tal vez haya cosas que no recordaré?

Sólo he regresado para depositar algunas cosas más: un suéter de rayitas verde-café-blanco, la copia del libro que les dediqué, una carta de despedida y la última foto de los 4 juntos que tomé. La primera vez que guardé cosas fueron 23, incluyendo un chicle motita de plátano que mastiqué durante 7 horas. ¿Por qué ahora solo cuatro cosas por guardar?

Tal vez sea el que ya no creo en guardar mi futuro y que las son de mi pasado las pude guardar: las películas re-vistas y tú narrando, el tiempo que pasaba cocinando, las noches que pasaba bailando...

Creo que guardo sólo por guardar… o es sólo por ver? Un vestido rosa con olanes…


Rox
http://jeri4queen.blogspot.com
Int. Una sala de conferencias - NOCHE

Un EJECUTIVO de ventas (pelo arreglado y corto, traje negro impecable) muestra una diapositiva, ante una audiencia de Inversionistas,

EJECUTIVO

Queridos Inversionistas: Lo que ante ustedes ven es el nuevo edificio de La Fábrica.

Resguardado siempre por un pequeño ejercito, nuestra Fábrica la prueba fehaciente de que el dinero si compra la felicidad y que es, de hecho, la única manera de obtenerla.

En cada una de las ventanas frente a ustedes se esta llevando a cabo una fantasía, hecha ex profeso para el cliente. ¿soñó alguna vez con agarrar a sabrosos golpes a ese niño que en la primaria re reía de su cara? ¿nunca ha fantaseado con violar a una desconocida en la parada del autobús? ¿se veía cada noche como un dictador en un pequeño país tropical? ¿un rockstar que hipnotice una multitud entera cada concierto? ¿O su fantasía es tener una vida tranquila y sin sobresaltos de ninguna especie? ¿ver y tocar el rostro de su amada madre muerta?

No hay limites en La Fábrica, señoras y señores. Si el cliente tiene una imaginación activa y los fondos necesarios, todo puede realizarse, permítanme recalcar. TODO PUEDE REALIZARSE. ¡¡NO HAY LIMITE ALGUNO!!

EXT. LA CALLE – NOCHE

Un MENDÍGO (pelo desarreglado, ropas hechas jirones, costras de mugre por todas partes) Camina hacia una malla ciclónica, la cámara se aleja lentamente para mostrar el Edificio de La Fábrica frente a el. El mendigo estira la mano hacia el metal. En el momento que la toca, cae al suelo, fulminado por una descarga eléctrica. El mendigo se convulsiona y tras un estertor intenso, muere.

FADE TO BLACK

Prometeo
http://instantesdistantes.blogspot.com/
Dio un paso mas alcanzando la cúspide después del último peldaño de la escalerilla, desde allí podía observar la esplendida ciudad en que se convirtió finalmente el pequeño poblado que lo vio nacer dentro de una familia de tradición samurai, donde experimentó el olvido, la pobreza y el abandono de una sociedad que perdía poco a poco las tradiciones en aras de la modernidad y el buen vivir. Huyó adolescente como polizón, de un futuro poco prometedor, hasta tierras australianas. Su creativo manejo de los secretos de la naturaleza le dio la oportunidad de ayudar al combate contra la plaga de lagartos que asolaba a ese país, convirtiendo su talento en una fuente inagotable de recursos económicos.

La suave vientecillo proveniente del mar refrescaba su rostro, estaba rodeado de un silencio apenas trastocado por el leve murmullo del mar a un kilometro del edificio. Su obra máxima para el concurso Vanguardia Arquitectónica Nipona 2006.

Yanumiro fue abriendo brecha en el paladar mundial con su Oshie Ahei Takaea de un delicioso gusto gastronómico mientras devoraba conocimientos arquitectónicos de todo el mundo, al que fue extendiendo exitosamente sus restaurantes que apabullaron fácilmente con un natural y exótico sabor a lagarto a las grandes cadenas de comida rápida. Su proyecto fue elegido de entre cientos para ser construido en su pueblo natal para alojar el Museo Nacional del Samurai. Yanumiro se había convertido en ejemplo mundial de vanguardia en el diseño de edificios, hasta cierto punto caprichosos, que dejaban azorados a propios y extraños. Desde el extremo de la estructura metálica observaba embelesado su retoño de la construcción. A centímetros de él, el vacío.

Con la mirada clavada en el cielo Yanumiro, con una sonrisa enigmática yace inerte al pie de su edificio. Su mano derecha estruja una carta con una fotografía.

…por lo cual, Yanumiro Matsumoto san, el jurado en reunión de extra-emergencia ha decidido no otorgar el premio y proceder a la demolición.

La postal: Building of Nacional Bank Banobras, Mexico City.

Yanumiro Matsumoto
Mal Sueño



Mi abuela decía que para escapar de un mal sueño, uno tenía que mirarse a si mismo dentro del el, de ese modo te espantarías de ti mismo y en automático te despertarías. Esa regla trate de aplicar, cuando después del accidente mi cerebro quedo atrapado en esta fría contusión, después de ver correr los techos de los pasillos del hospital y las luces de la sala de operaciones. Finalmente quede atrapado en mi limbo personal, donde no hay pesadilla, pero tampoco sueño, solo tiempo que transcurre lento.



No sé si pasaron horas, días o años, para mi el tiempo fue demasiado, que cuando desperté, seguía aturdido, como en una rara extensión del sueño. Quizás por eso no me sorprendió despertar recostado sobre una fría loza de un cementerio, limpio y solo. No me sorprendió no encontrar un espejo o un charco para ver mi cara, tampoco me asusto que el lejano país en que me encontraba estuviera formado por calles solitarias y calculadamente exactas y frías. No me asusto que las pocas personas que autómatas caminaban no repararan en mi.



De pronto una turba de hombres me arrastró en medio de su estampida, todos vistiendo traje oscuro, caminaban hipnotizados dirigiéndose a una meca de concreto y cristal, cuando pude separarme y detenerme estaba sobre el piso mas alto de la torre y decidí tirarme al vacío; tal vez podría ver mi reflejo en las ventanas y despertar, antes de que mi cuerpo se estrellara contra la…



Luis Luna

Cineralia
Cervical es un petamendigo que impulsa su velero con el viento del trâfico. Los coches estan gobernados por las manos de mujeres en zapatitos de cristal que Cervical planta sobre el asfalto para adornar las tumbas de los semâforos. El velero es preso de la estêtica, color cafê. Su mujer preferida se llama Marion y, a pesar de quedarle chica a todas las avenidas, ella nunca sale sin uniforme de gala. Cervical cree que yo vivo encajado en torno al lugar donde escribî que, mâs que una idea poderosa, me hubiera gustado ser una mujer viva y activa. No una lider, no una madre orgullosa, no. Quiero decir una mujer con la espalda sobre la tierra caliente y las piernas abiertas sofocada por el peso de Cervical, aferrada, atravesada, ahogândome al tiempo que soy la mar de placer sin fin ni principio donde él y el velero se pierden. Pero nunca fue asî y no soy su Marion. Soy otro mâs sobre la avenida, contando las hojas que se lleva el otonho, fijo a la combustiôn de los remolinos.

manematico

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-En cuanto te quite la mascada, quiero que digas lo primero que se te venga a la mente, ¿Okay?

-Sí.

Octavio quitó con un movimiento el pañuelo que tapaba los ojos de Iliana. Había esperado este momento, suponía que reaccionaría con curiosidad, estaría ansiosa de descubrir con él lo que se ocultaba en ese edificio blanco y piramidal al final de la calle.

-¿Y bien?- dijo impaciente- ¿Qué piensas?

-¿Qué es?- respondió Iliana con una mirada escéptica.

-Hay que entrar para verlo.

-Ah…

-¿No tienes curiosidad?

-Si.

-Esperaba otra reacción de tu parte.

-¿Cómo cual?

-No sé ¿Estás enojada?

-No.

-Dime la verdad.

-No estoy enojada.

-Está bien.

-¿Entonces?

-¿Entonces qué?

-¿Vamos?

-Vamos.

Lo conoció en una fiesta, cuando lo vio supo que era diferente a los demás. No estaba segura por qué le había dado el sí, quizá por sus ojos verdes o porque Sonia le había dicho que era buenísimo en la cama. Llevaban tres semanas saliendo y ni siquiera le había tocado la pierna.

Caminaron por la calle, hasta llegar a la entrada del edificio. Un vagabundo daba pan a las palomas en la escalinata.

Corro, vuelo, me acelero, para estar contigo.

-¿Bueno?- respondió al celular Iliana.

Platicó unos minutos con alguien al otro lado del teléfono, Octavio esperaba paciente.

-Oye, ya me voy.

-¿Eh?

-Nos vemos después, ¿si?

-Si.

lliana besó su mejilla, paró un taxi y se fue. Octavio pasó una mano donde le había besado ella, vio las puertas del edificio, entró a él.

Garap

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Levitra

La reconquista de La Gran China Continental, lidereada por el presidente eterno de la República Popular de China Li Ka-shing, quién casualmente también era el chino más rico del mundo, había llegado casi a su fin. Corea del Sur había caído sin dificultades, Japón y Rusia habían presentado algunos inconvenientes, pero se habían postrado al fin ante los descendientes del glorioso emperador Amarillo.

Pero Corea del Norte había presentado una resistencia inesperada y sangrienta. Kim Jong-il, a pesar de su aspecto ridículo y sus excentricidades había demostrado ser un gran estratega, casi a la par de Haníbal o de Julio César.

Pero eventualmente, la superioridad militar de 1.5 billones de chinos prevaleció y solo unas aŕeas de Pyongyang quedaban bajo su poder, hasta que finalmente, no quedó nada más que un reducido perímetro alrededor del Hotel Ryugyong.

Así que, mientras decenas de miles de tropas de élite del Ejército Rojo se preparaban para emprender su embestida final y llevar la cabeza del presidente Norcoreano ante Li Ka-shing, Kim Jong-il sonrió. El hotel había quedado inconcluso por un motivo específico, y no por falta de presupuesto como decían unos, ni por tratarse de una nave espacial enterrada como afirmaban otros.

La estructura del Hotel Ryugyong se trataba en realidad de la cabeza nuclear más grande del mundo, su fuerza destructiva tán grande que tal vez terminara abriendo un agujero en el espacio tiempo, o movería el polo mágnetico terrestre unos cuantos grados. Kim Jong-il dedicó su última victoria a su padre, presidente eterno de la ya inexistente República de Corea del Norte, y después de unos segundos de titubeo en los cuales pudo escuchar a los soldados del Ejército Rojo bajando los escalones de su último refugio, presionó el botón.

Mr. The Beam YouTube
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Como puedo dejar pasar el tiempo sentado aquí, viendo como la gente continua con su vida, y yo con el simple hecho de pensar en lo que sigue, solo me puedo detener y lamentarme como todo ser humano de mis hechos pasados.

Como es tan sencilla la vida, cuando la veo por fuera, y pensar que la gente se mueve como en una misma cadena hacia el mismo lado, y que nadie tiene ningun problema que pueda hacer que yo lo note.

Que si miro al cielo que si miro al suelo, la gente que vive de los pequeños detalles de la vida, puede encontrar una diferencia abismal, pero ustedes! ustedes no les importa eso, no claro que no, y es tan confortante verlos sonreír, verlos serios, que parece que el unico aquí que tiene problemas soy yo.

Mas no quisiera pedir, que algun dia poderme ver yo mismo de la misma forma que los veo a ellos, quizas nunca pueda, pero…… ya se me hace tarde, me voy que me esperan en la oficina.

vizentte
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No creyente

Salió del consultorio con la cara burlona que tantos golpes le ganara en la adolescencia. ¡Estúpidos idiotas!, les gritó antes de azotar la puerta. Luego se supo al fin liberado y sin la responsabilidad de adular a aquel sujeto que se hacía llamar gurú; dejaría, por fin, de visitar día tras día el mismo espacio de emeeseene para conjurar su horóscopo de luz matutino, demasiadas deudas en las tarjetas por el diezmo exigido, y las idas y venidas a aquel monte le seguían haciendo cansar más. Pensó en llamar a su madre y hermana y explicar lo sucedido, ¡mejor le pongo una manzana a la santa muerte!, se decía mientras el elevador anunciaba la llegada al lujoso lobby del hotel. Después de mirar por última vez, siguió andando hacia las calles en aquella fría mañana de invierno y acarició sus muñecas, como preso recién liberado de sus ataduras. A tres cuadras de ahí, aquel ruido casi lo tiró al piso y sintió que la espalda se le quemaba. Pero fue demasiado tarde para creer, cuando alzó la vista y vio la nave nodriza elevándose por los cielos, y en aquel sitio, un terreno baldío donde se alzara el edificio más moderno de la ciudad.

Ephra

http://ephra.blogspot.com
EL CRUCERO

-Ahí está de nuevo como cada tarde, dirigiendo el tráfico de ambas avenidas; aquella mujer en su pulcro uniforme de policía es mi ilusión, mi obsesión, mi deseo. Yo, en la distancia, nuevamente me dispongo a pasar en mi coche por el crucero para admirarla, para sentirla e imaginar que sus ademanes son su forma de decirme: “yo también pienso en ti”. Pero esta vez será diferente, esta vez ella se fijará en mí, tendré su atención. Enciendo el coche, salgo del sitio donde me estacioné y tomo el carril de extrema izquierda para pasar lo más cerca posible de ella. Conforme me acerco al crucero mi corazón se agita y una sensación de vacío invade mi interior. La suerte me sonríe: al momento que ella detiene el tráfico de nuestro lado quedo en primera fila, justo enfrente de ella. El tiempo es mágico mientras la contemplo, mientras la acaricio con la mirada; mi dama, en su pulcro uniforme, dirige con sus gráciles manos la danza de los autos. Absorto en su figura, vuelvo en mí cuando los autos me pitan y ella fuertemente suena su silbato ordenándome avanzar. Sin pensarlo piso a fondo el acelerador, doy un brusco giro del volante hacia la derecha y choco contra un poste en la orilla de la banqueta. Un fuerte golpe con el parabrisas sacude mi cabeza, la sangre y el dolor nublan mi vista; pero resisto para verla aparecer a mi izquierda, exaltada se agacha, me mira por la ventilla y con su dulce voz me pregunta: “¿está usted bien?”. Con la dicha de oír sus primeras palabras hacia mí, dibujo una sonrisa en mi boca y le contesto: “sí, ahora sí”.

Rapaquiwi
Las Alturas

Nos bastó con hacernos el amor en las escaleras de emergencia. Desde ahí, antes del éxtasis, pude ver los autos por la avenida marchando a su irremediable muerte. Tú me llenabas la espalda de sudor y gemías mientras le dabas fuerza a tus caderas, y por momentos me recordé tu alegría jugando al futbolito haciendo rehilete para meter un gol. ¡Eso no se vale! – gritaban siempre los cuates; y hoy, tú aquí, haciéndome rehilete el alma con ese sexo bien metido. La primera vez que alardeaste de tu fama yo ya tenía la tanga que me regalaste en los tobillos, no era necesaria la presentación y abrí la boca para comerte mejor, sabías a fresa, yo sabía que no iríamos muy lejos y te arranqué cien besos. Hoy temprano me prometí gozar la vida, me prometí ser el juguete de algún necio y luego llenarme de la libertad del vacío mientras caigo. Allá lejos seguía la vida, allá abajo, en el cielo, con el tráfico aletargado por un ama de casa vestida de azul, todo seguía detenido como ayer. Nos bastó hacernos el amor en las escaleras de emergencia, desde esta tremenda altura, semejándonos como una dama, y tú, el perfecto marido cabrón. Ahora solo espero a que se te bajen las ganas y te vayas, yo, un paso adelante al aire, libre, mujer, al fin.

Minerva
http://rojaminerva.blogspot.com
SENCILLO



Era la primera vez que lo hacía, quizás sea la última, el asunto era demasiado fácil pero siempre solicitan hombres.



Lo primero que hicieron fue darme una fotografía del lugar. Era un edificio fuera de lo común. Una especie de cúpula estilo victoriano, o mas bien un triángulo enorme sobresaliendo entre otros edificios, como una pirámide egipcia rodeada de modernidad. La verdad no me importó en lo más mínimo. Lo único que quería era salir bien librada de eso.

Nunca había estado en ese lugar. El país es nuevo para mí, lo único que tengo a favor es que me defiendo bien con el idioma, aunque probablemente ni hablaría.



Tomé un mapa y lo estudié. Ubiqué la dirección.



En mi tiempo libre, mientras se terminaba de arreglar el “papeleo”, tomaba un taxi y me dirigía al lugar. Caminaba por las calles cercanas, observándolo de lejos. Veía a la gente entrar y salir del edificio. El tráfico de autos era mínimo, tal y como se observaba en la fotografía.



Ellos me llamaron de nuevo para hacerme evaluaciones psicológicas y físicas. Me metieron mano en cuerpo y mente. Lo sentí absurdo. Me dieron instrucciones para realizar el trabajo, además de una discreta y pesada maleta; todo lo que necesité estaba ahí.

Ese día llegué y subí hasta el último piso. Toqué en una puerta; que se abrió inmediatamente. Entré y el hombre estaba tendido en la cama. Dejé la maleta en el suelo. Me acerqué y me quité el abrigo.


Paola R. C.
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Recién había cumplido 18 años cuando me agarraron en la linea y me metieron a la carcel. Si hubiera sido tres meses ántes me hubieran devuelto a mi país y solo hubiera ído a la cárcel para menores y hubieran sido solo dos meses adentro o una multa de tres mil pesos, pero no, mi condena fué de cumplir un año en la carcel del otro lado y deportado para después cumplir otro mas en mi país, pero por mi buena conducta y no antecedentes penales sali libre a los cuatro meses después de cumplir el año en el otro lado.

La sección de la carcel donde yo estaba en mi país era como una vecindad con celdas de 1.5 x 2.5 metros con literas, era la sección privilegiada como le decían los que no estaban ahí, privilegiada porque había un abarrotes en una de las celdas y podiamos dormir ciertas noches afuera de las celdas en unas bancas de concreto y ver las estrellas a travéz de una maya reforzada que cubría el cielo, no hay mejor vida que ésta -dentro de la cárcel-. Pensaba y me preguntaba muchas cosas, la mayoria sin respuesta, -que andará haciendo mi mamá ahorita?, estará mi novia pensando en mi?-. Le jalaba al cigarro y soltaba el humo formando una nube blanca que se discipaba lentamente entre la oscuridad y el silencio. Todo esto estaba pasando conmigo mientras en el otro lado del mundo, en Corea exactamente un grupo de gente estaba haciendo no-se-que-chingados que a mi en realidad, no me importaba.

cano
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Pan-chó Cha-fió

En las oficinas del Arquitecto wayusei en algún lugar en china.


-no chingue uste sañolita, ese puto matelial no silve pa pula chingala, ta uste pendeja o que?

- lo sientiendo señol wayusai, en este mimo momento le oldeno el otlo matelial, tengo en la linea a su hijo wayumin, se lo comunico?

- si me haces el favol pinche viejandeja

- Bueno?

- Apa?

- Dime que paso? ahola en que la cagaste?

- yo no hize nada fue el pendejo de Pan-Shó

- Pan-Shó mi albañil de confianza, que hizo?

- Pues está muelto?

- Como que esta muelto cablon, no mames, no puede sel, como fue?

- Pos se cayó

- Ese cablon no se cae, y mucho menos de muelte, como fue?

- Pues venia bien pedo y por sacal lo valiente le salio lo pendejo

- no te entiendo

- se colgó de la cadena de la glúa para columpiarse como talzán

- ah tan pendejo

- y si, la cadena estaba llena de glasa

- Vale madle, ni pedo, se nos va a atrasal la obla, dile a los chismosos que reglesen a su chamba y que no se hagan pendejos, esos cablones les encanta agalal cualquiel excusa pendeja para no cambial. Aholita vemos lo de su entielo. Y tu, apulate con ese pinche edificio, vamos bien pinches atlasados y tenemos otlo proyecto en puelta.

- en donde pa?

- Que te importa cablon, tu ponte a trabajal. (y cuelga su telefono, sin decir mas.)

- Wayuwant!!!

- Dígame señol?

- Comunícame con la familia de Pan-Shó y a la funeraria Cha-fió.

Junishiro
http://Junishiro.blogspot.com
Era

Perdida en medio de la nada y del todo, sin saber a dónde ir, sonámbula diurna, vagabunda indecisa por subir a lo más alto de la torre o seguir la infinita línea. Esperar ¿a quién? No lo sabía, sus pasos la llevaron a ese lugar, sabía que era necesario estar allí por una cita acordada semanas atrás, antes de que el accidente detuviera sus recuerdos y los encerrara en un baúl cuya llave sólo el tiempo poseía. Sola no se sentía, aunque a nadie le importara si llevaba allí dos, tres o cinco horas. Esperaba pacientemente, curioseando por las sombras que desfilaban a su alrededor, con la esperanza de ser reconocida, sin importarle el cúmulo de minutos o segundos que aburridos se extinguían, después de haberles perdido la cuenta.

La torre testigo de su locura se burlaba de su candor, alardeaba sin cesar, hiriéndola sin piedad con el reflejo del sol sobre los cristales, sin preocuparse de los seres que sin avisarle o pedirle permiso entraban a llevarse un trozo de sus entrañas, irónicamente iba devastándose poco a poco.

Un último resplandor de la moribunda tarde le sacudió la mente, al final del día supo quien era y que estaba haciendo allí. Esbozó una sonrisa, volvió la mirada a la insolente torre y le espetó: sólo una de nosotras verá el día de mañana y esa no serás tú.

Pero el destino le concedió sólo una de las partes de su audaz revelación.

Beatrice

http://suenos-del-alma.blogspot.com/
Terroristas
Los dos jóvenes se miraron nerviosos. La camioneta en la que viajaban estaba estacionada a un lado de la vía y detrás estaba estacionada una patrulla de la policía. El que parecía ser el líder espetó a su amigo casi con rabia:
- ¡Te dije que no corrieras, nojoda!. ¡Ahora ese pajúo fiscal nos va a joder!
- Coño, pero no te arreches, yo sólo quería estrellar el camión lo más duro posible contra el edificio para que la bomba hiciera lo suyo.
- ¡Mierda!, cállate, que ya viene el getón ese.

El fiscal de tránsito se asomó a la ventanilla del conductor y empezó a hablar. Cinco minutos después se alejó del vehículo con una sonrisa en los labios y cincuenta mil bolívares en el bolsillo.

El líder volvió a hablar: - Vámonos de esta mierda, ya no quiero volar el edificio de porquería ese.
- ¿Y que hacemos entonces?. Preguntó su compañero.
- Vamos a tomarnos unas birras, tengo sed.
- Okay, pero tu te bajas de la mula.
- ¡Si va!

La camioneta arrancó y los dos terroristas se dedicaron esa tarde a beber hasta no reconocerse el uno al otro. Luego de eso se inscribieron en un partido político y jamás volvieron a intentar volar no ese ni ningún otro edificio. La política rendía más frutos.

3rn3st0
http://yoernesto.blogspot.com
Turismo Sexual

No todos los caminos llevan a Roma. Algunos llevan al infierno. Desde que escapé llevo horas tratando de encontrar esa maldita dirección, lo único que consigo es aumentar mi angustia. No debí responder a ese anuncio. Ya perdí la cuenta de cuantas veces he cruzado esta avenida. La que dirige el trafico como que se esta sacando de onda. Tengo que pasar desapercibida, no tengo nada que me identifique, me quitaron todo.

Seguro ando cerca, me dijo que estaba a unas cuadras del edificio ese que parece “cuna de judas”, me cae que estar perdida y aquí es mi estrapadeo personal, como si hubiera muerto cuando tome ese avión y estuviera en el infierno. En cualquier momento viene el Diablo y me cuelga de la garrucha para elevarme lentamente y después dejarme caer con las piernas abiertas sobre ese edificio infame. Seria lo menos malo que me hubiera pasado hasta ahora.

Me duele el estomago, debe ser por la sopa de perro, total que el culero ese se quedo dormido anoche, o sea que lo que dicen del Boshin Tang es puro marketing. Bien dormido y con la puerta abierta, bendito sean los pendejos.

Ojala no me de diarrea el desgraciado me deshizo el culo. Ojala no me encuentren, aun es temprano, ojala no se hayan dado cuenta. Ese carro se me hace conocido, ojala me equivoque. El carro se ha parado, tres tipos bajan corriendo, ojala no vengan por mi. Me suben a golpes. Ojala no me maten.

Coatlicues_belt
www.myspace.com/coatlicuesbelt

lunes, noviembre 13, 2006

Metatextos: Ejercicio # 3



El ejercicio de esta semana es simple. Escriban un texto, de tema libre, inspirado en la siguiente fotografía:


Extensión máxima: por petición de muchos participantes, 250 palabras.

Fecha límite de entrega: Lunes 20 de Noviembre, 11:00 pm. (Tiempo de la Cd. de México)

Enviar textos a: metatextos@gmail.com

Nota: Favor de adjuntar en la parte inferior de su texto su firma y la dirección de su página tal como quieren que aparezca. Gracias de antemano.

domingo, noviembre 12, 2006

Las luces de colores parpadeaban alrededor del arbol de navidad adornado con una increible cantidad de esferas. A un costado de la chimenea, ahora apagada, aunque llena de cenizas.

De la chimea, vestido con su traje rojo y blanco, y con su gran barba blanca abundante y esponjosa como algodón de azucar, San Nicolas salia con su gigantesco morral a cuestas.

Con gran sigilo coloco junto al arbol los regalos para los niños de la casa, Manuel y Adriana.

Cuando se dio la media vuelta para salir se detuvo al ver a Adrianita, de apenas cinco años frente a el.

  • Santa – dijo Adrianita muy seria.
  • Tu deberias estar dormida – dijo riendose.
  • Chingas a tu madre, tu no eres santa.
  • Si hija, si lo soy.
  • Que no, todos mis amigos me dijeron que mi papa era Santa y tu no eres mi papa.
  • Si soy santa, y no soy tu papa, el debe estar en su cama, con tu mama.
  • Mis huevos – dijo Manuel apuntandole con la pistola de su papa – Mi papa nos abandono y creiamos que regresaria para navidad. Asi que ¿donde esta mi papa?
  • No se hijo, ten cuidado con eso, se te puede disparar.

Manuel dio un paso hacia santa, pero se tropezo con un zapato que habian dejado tirado, jalando el gatillo.

Al dia siguiente, el papa regreso encontrandose con el cuerpo de un obeso vestido de rojo a media sala con un tiro en media frente.

AMARGHOST

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