martes, diciembre 12, 2006

“EL HOMBRE DE TRAJE RASGADO"

La nieve caía copiosamente, me estacioné en la oscura calle y entré al bar llamado “El Noruego”, caminé entre los pequeños hombres, que borrachos, cantaban tristemente una canción. Él estaba ahí, en la última mesa, bebiendo una botella de whisky; a su lado había una mujer que le bailaba.

Su aspecto era sucio y desaliñado, su traje estaba desgarrado; nunca se pensaría que ese hombre alguna vez fue feliz. Me senté a su lado; me miró enojado, fastidiado.



— ¿Qué quieres aquí? — Me preguntó.

—Tienes que regresar.

— ¿Para qué?, ya nada tiene sentido.

—Por favor, todavía hay gente que cree en ti.



No contestó nada, pidió otra botella y bebió. Me quedé ahí, inmóvil, esperando alguna respuesta. Estaba decidida a no salir de ahí sin él; sin embargo ya no quise decir nada, tal vez el silencio era necesario. Me quité la bufanda, y el gafete de mi trabajo saltó a la mesa. Él lo tomó. Se quedó mirandolo por largo rato. Sus ojos se humedecieron. Varios minutos después se levantó. Me quedé sentada.



—Vamos.



Salimos y subimos al coche. Lo llevé a mi casa. Se tomó un baño y se puso la ropa que le tenía preparada. Me pidió un café cargado y se comió los chilaquiles que le hice.



Manejé entre la blanca ciudad. Llegamos frente al edificio. Las luces navideñas tintineaban dejando distinguir el nombre del lugar: “Hospital de Oncología Pediátrica San Benito”. Bajó del auto, acomodó su traje rojo y rió fuertemente.




Paola R. C.
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19 comentarios:

Vicky ZR dijo...

Aaahhh, me gustó mucho =D

Ruth dijo...

Muy bueno. ;)

Anónimo dijo...

A mi tambien me gusto mucho =) . Siempre he sabido que Santa era un ebrio. De seguro le daba de beber a Rodolfo ¿verdad? Ahora sabemos el por qué de su roja nariz. !Jhá¡

Anónimo dijo...

A mi me gusto la nota surrealista esa de comer chilaquiles mientras cae nieve. Eso es originalidad y no mamadas.

3rn3st0 dijo...

Es evidente que quien narra conoce personalmente a Santa, pero el borrachito no quiere saber nada de trabajo, quien sabe que ocurre, tal vez está harto de trabajar el día en que todo el mundo está junto a su familia.

Unknown dijo...

Talvez olvidó por un instante lo que le gusta de la vida el ayudar a los que necesitan, o solo quizo distraerse un rato.

Anónimo dijo...

Pero, no es el santa de verdad vdd?
Bah, fue de los que más me gustaron de esta ronda, no pensé que habría cuentos con mensaje navideño de verdad XD

Starjammer dijo...

a mi tambien el detallazo de los chilaquiles me parecio fenomenal, muy de tu estilo Paola...

Cazador de Tatuajes dijo...

Que chingon que sea este el primer texto que se lee al entrar. Me gustó muchisimo, al meritito estilo de Bukowski.

mE! dijo...

Me gustó. Siempre pensé que no era tan fácil ser "Santa" (de donde yo soy, "Papá Noel").
Lindo giro, y aunque quedan cosas sin decir, o que por ahí no terminen de cerrar, cuando uno termina de leerlo, no se pregunta más nada. Buen cierre, me gustó.

Paola R. dijo...

Muchísimas gracias a todos por sus comentarios.

Y muy Felíz Navidad a todos!

Nívola frívola dijo...

A mí también me gustó mucho, aunque no soy amante de la Navidad. El mensaje está ahí y cualquiera lo puede distinguir, un texto muy bien estructurado, felicidades... Que también pases una Feliz Navidad.

Paola R. dijo...

Gracias Libita, yo creo que independientemente de la Navidad, todos tenemos ese dejo de esperanza en el corazón..
Saludos

Paola R. dijo...

Gracias rapaquiwi

-antonio dijo...

No me gustó. Tengo pedos con eso de todavía hay gente que cree en ti. Haciendo a un lado eso la narración me pareció muy buena.

Paola R. dijo...

Gracias boqueño, se agradece tu comentarios.
Saludos.

Anónimo dijo...

Paola a mi no me gusto tu escrito, muy choteado y lo de los chilaquiles saca de contexto, pero que bien que muchos se animan a escriir, eso es lo chido

Lu García dijo...

Me gustó mucho ese balance entre los extremos de lo humano, un cuento bien contado. Afortunadamente sin faltas de ortografía, jajaja...
Felicidades Paola!

Anónimo dijo...

Bastante simpatico el cuentin. Falto el ho-ho-ho al final, pero se maneja una prosa eficaz e inteligente. Tiene sentido.